Debemos de tener en cuenta que
somos peatones subidos en bicicleta, como se dice el motorista es la
carrocería de la moto nosotros tenemos de lejos mucho más peligro para nuestra
integridad.
Las señales de tráfico también
son para nosotros ( hay ciclistas y yo a veces también lo hago, que miramos si
viene alguien y si no pasamos) pues muy bien, no pensamos que nos va la vida en
ello
Ser conscientes que no
controlamos ni el carácter, ni la temeridad, ni la distracción, de los
conductores de vehículos, así que tenemos que circular por la derecha sin hacer
extraños como zig zag o adelantar a nuestros compañeros por fuera de la raya
del arcen
No competir con los coches a las
salidas de los semáforos, que es lo que más nos gusta ( siempre tenemos las de
perder)
Al adelantar a los vehículos por
la ciudad hay que tener mil ojos con las puertas de los coches ( por si se abre
una de repente)
Intentar llevar ropa vistosa, no
utilizar auriculares, ni teléfonos, etc…….
Ser lo más visibles posible, y
por la mañana cuando salimos que la mayoría de veces es de noche, aunque no
quede estético llevar luces
Y alcohol nada de nada que si nos
paran también tenemos obligación de soplar
Y centrarnos en cuerpo y alma en
conducir nuestra bici, que es para divertirnos un rato con los amigos no para
jugarnos la vida.
La Bici, La tenemos que tener
siempre a punto, es una parte muy importante de nuestra seguridad
Y ahora el casco que es el
elemento de seguridad más importante:
En muchos lugares la normativa de
tráfico obliga a todos los ciclistas a llevar consigo diferentes medidas de
seguridad para protegerse ante cualquier contratiempo que pueda suponer una
grave amenaza contra su salud, pero no solo por legislación sino que el sentido
común debe ser algo que todos los ciclistas tengan muy presente en cuanto a la
seguridad en la bicicleta.
Uno de los sistemas de seguridad
más recomendables en todo momento es el casco, la mejor prevención para evitar
daños graves en una zona tan sensible como es nuestra cabeza. Por ejemplo,
según diferentes estudios realizados por expertos en seguridad vial han demostrado
que el casco de un ciclista puede llegar a reducir en un 85% los daños en la
cabeza.
Que sea incómodo no es excusa
para no llevarlo consigo, además en el mercado hay infinidad de modelos
diferentes que se adaptan a cualquier contorno craneal, proporcionando, además
de la máxima seguridad, el máximo confort a quien lo lleve.
Un casco cuenta con una carcasa
protectora acompañada de una capa de poliestireno que es la encargada de
absorber el impacto, pero también a proteger de las altas temperaturas y de la
humedad.
Además hay dos formas de fabricación diferentes, una de ellas se
conoce como in-mold, una forma que hace que el polilestireno se coloque
directamente en la carcasa del casco, proporcionando un ajuste perfecto. Otra
alternativa es la fabricación de todos los componentes del casco de forma
totalmente separada y posteriormente se unen mediante colas, presión, etc.,
pero esta clase de cascos resultan menos seguros.
En el mercado podemos encontrar
cascos de para varias disciplinas relacionadas con la bicicleta como los de
montaña o los de ciclismo por ejemplo, que es el caso que nos ocupa. Es muy
importante que el casco cuente con la homologación europea, algo que veremos en
el interior del mismo, hay que evitar comprar un casco que no cuente con este
distintivo y si es uno de marca reconocida siempre será mucho mejor gastar un
poco más de dinero en la tienda de deportes que quedarse con la duda.
Además de la seguridad también
encontraremos cascos con muchas ventajas, tanto aerodinámica como de diseño,
comodidad, con visera, ventilación, cierre especial, etc. Para finalizar, no
podemos dejar de recomendaros el uso del casco en todas las salidas, aunque sea
una corta escapada
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