¿Quién tiene el récord de los 100
metros planos? Usain Bolt. ¿Y en damas? Probablemente la respuesta sea una
incógnita. Y es que, aunque las mujeres están en el deporte competitivo, muchas
veces no se les reconoce.
En lo competitivo, la
participación de las mujeres en eventos mundiales no se permitía hasta hace muy
poco. De hecho, recién en los Juegos Olímpicos de París 1900 las féminas
pudieron competir, pero sería recién en la cita olímpica de Ámsterdam 1928
cuando tendrían una representación real.
“La integración de la mujer en al
ámbito deportivo ha sido lenta y no exenta de dificultades. Es una realidad que
cada vez más las mujeres adquieren protagonismo en las grandes citas
deportivas, pero aun así no alcanzan un reconocimiento real de su aporte al
deporte mundial. La televisión y otros medios les dan baja cobertura a las
pruebas femeninas”, apunta Álvaro Quiroz, docente de Pedagogía en Educación
Física y Técnico Deportivo Nivel Superior de la Universidad del Pacífico.
Chile continúa la misma lógica en
el panorama mundial, a pesar de tener a grandes deportistas como Natalia Duco
(lanzamiento de bala), Bárbara Riveros (triatlón), Kristel Kobrich (natación),
Isidora Jiménez (atletismo) y Carolina “Crespita” Rodríguez, entre otras.
Diferencias físicas
Por estos días, se desarrolla el
XV Campeonato Mundial de Atletismo en Beijing, donde se pueden ver las grandes
actuaciones de las mujeres en el deporte mundial. Sin embargo, hasta hace pocos
años aún se dudaba de la capacidad fisiológica de la mujer para soportar una
prueba de larga duración como la maratón.
Después de largos debates, se
permitió la participación femenina en la prueba de los 42 kilómetros en los
Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. La ganadora fue la estadounidense Joan
Benoit (2:24.52), derribando así todos los mitos alrededor de la ‘debilidad
femenina’.
Pero, ¿cuáles son diferencias
físicas entre un hombre y una mujer que influyen en el deporte? “Si comparamos
fisiológicamente a hombres y mujeres, los hombres van a presentar una mayor masa
muscular, mejores niveles de fuerza y una mayor capacidad cardiorespiratoria
que las mujeres. Esos son factores clave en el rendimiento deportivo”, advierte
el académico de Pedagogía en Educación Física de la Universidad del Pacífico.
En el atletismo, las diferencias
biológicas se hacen notar. Las marcas en varones son mejores que las de damas.
“Las mujeres presentan elementos anatómicos que no les permiten tener un
desempeño a la par con los hombres. Su cadera es más ancha y el fémur más
corto, lo que hace que biomecánicamente su movimiento no sea tan eficiente como
la de un hombre”, explica el experto.
Sin embargo, esas no son las
únicas características importantes para obtener el éxito en una competencia
física.
“Las mujeres, desde un punto de
vista de control motor, son mucho más coordinadas que los hombres y aprenden y
ejecutan los movimientos con mayor calidad que un hombre. El problema está en
que el deporte requiere de cualidades que socialmente no se desarrollan en
mujeres, como, por ejemplo, la fuerza. En contraparte, las mujeres presentan
una mayor flexibilidad que los varones”, compara Álvaro Quiroz, Magíster en
Fisiología del Ejercicio.
Son estas mismas diferencias
físicas las que determinan las distintas normas técnicas que existen.
“Las diferencias reglamentarias
se establecen por consideraciones técnicas y físicas de las mujeres.
Por
ejemplo, en el atletismo los implementos de lanzamiento, como la bala y el
disco, son de menor peso que el de los hombres, y vallas de menor altura en las
carreras con obstáculos. Y en los deportes colectivos, como por ejemplo el
básquetbol o vóleibol, hay variaciones en el peso del balón y la altura de la
red”, asevera el especialista.
“Pero la pregunta es: ‘¿es
necesario que una chica haga el mismo tiempo que Bolt?’ Creo que no. Florence
Griffith Joyner ostenta un envidiable 10.49 segundos como récord mundial en los
100 planos, que muchos varones quisieran tener”, asegura el docente de
Pedagogía en Educación Física de la U. del Pacífico.
Para algunos, estas diferencias
también tienen como base una discriminación hacia el género femenino, pues aún
hay deportes considerados como netamente para hombres, donde las mujeres luchan
por ser aceptadas.
“Es muy importante destacar que,
aunque lentamente la mujer se ha integrado a deportes históricamente masculinos
(como el fútbol o el boxeo), hoy se mantienen deportes exclusivos para mujeres
como el nado sincronizado o la gimnasia rítmica. También allí hay problemas con
la igualdad en el deporte, la cual no debe ser unilateral”, recuerda el
académico de la Universidad del Pacífico.
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