Las flores son blancas o rojizas, y se reúnen en umbelas,
que se cierran a medida que van madurando los frutos.
La parte comestible de la zanahoria es su raíz, engrosada,
carnosa, de color anaranjado o rojizo y de piel suberizada (no permite la
pérdida de líquidos y jugos). Por esa razón, mantiene gran cantidad de
sustancias de reserva para la planta y tiene un alto valor alimenticio. Es muy emplea en recetas curativas. También
pueden utilizarse las semillas con este fin.
Propiedades nutritivas y curativas de la zanahoria
La zanahoria es una hortaliza sumamente nutritiva, ya que
contiene antioxidantes y es rica en betacarotenos (pro vitamina A). Igualmente contiene gluten, albúmina, azúcar,
flúor, ácido málico, ácido péctico, numerosas vitaminas y minerales, y una
resina de la que se extrae la carotina, pigmento que se encuentra presente en
la sangre
En cuanto a sus propiedades curativas, la zanahoria es
depurativa, diurética, digestiva, antiséptica, refrescante y remineralizante.
En este sentido, ayuda a mejorar las defensas del organismo
y a la formación de glóbulos rojos lo que evita la aparición de la anemia.
También puede mantener la salud de la vista. Se recomienda
su consumo por su gran poder regenerativo en especial de la piel (combate el
envejecimiento), el cabello, las uñas y es, además, muy bajo en calorías (no
engorda aunque otorga sensación de saciedad).
La zanahoria no incrementa los niveles de colesterol ni de
ácido úrico y ayuda al funcionamiento del hígado y de los riñones.
La zanahoria tiene la especial cualidad de combinar
prácticamente con toda clase de frutas y verduras. Por esa razón, muchos la
consideran como la «reina de los jugos». A continuación algunas recetas de
jugos curativos con zanahorias.
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