Tomar una actitud positiva frente
al mundo -por más difícil que sea el panorama- te hará más feliz y hará que los
que te rodean, sean felices contigo.
Dicen que una visión positiva nos asegura en
gran medida, un mayor éxito en la vida, sin embargo, el estrés laboral y social
y las malas noticias de las que nos enteramos en los medios, hace que nos sea
muy difícil pensar en la olla de oro al final del arcoíris.
Cuando eres positiva, tus
niveles de productividad son mucho más altos, además de que terminas con
mejores resultados tus actividades. Esto es básico de aplicar en el entorno de
trabajo, ya que mientras más positivo sea el ambiente, más fácil será superar
las labores diarias que si se está en un lugar tenso y negativo. Y si de liderazgo
se trata, las personas positivas son capaces de tomar mejores decisiones,
incluso bajo presión.
En cuanto a relaciones, una
actitud positiva permite tener una mejor interacción, ya que los pensamientos y
emociones positivos ayudan a contrarrestan el estrés y por ende, los efectos
negativos que esto pueda tener sobre nosotros.
No se trata de hacernos un tapón
de la realidad, pero sí de creernos que siempre existe una luz al final de un
camino difícil. ¿Te cuesta trabajo pensar así? Estos tips te ayudarán a liberar
tu sonrisa interna:
1. Enfócate en el presente
Nuestro inconsciente nos provoca
enredos mentales que obstaculizan nuestro siguiente paso. Esto conlleva a crear
frustraciones y un sin fin de "hubieras" que no nos llevan a ningún
lado. Lo importante es estar conscientes de dónde estamos paradas para poder
tomar decisiones futuras. Claro, esto no significa que todo el tiempo estemos
con la angustia de algo que aún no pasa, sino que vivamos el momento y dejemos
que nos guíe hacia nuevos caminos.
2. Relativiza los problemas
No dejes que los obstáculos te
sobrepasen. Todas pasamos por situaciones complejas de la vida y tendemos a
bloquearnos y hacer una tormenta en un vaso de agua cuando algo no sale como
queremos. Sin embargo, mirar los problemas dentro de una perspectiva más
amplia, nos ayuda a encontrar una solución con menos carga emocional, es decir,
hay que aprender a "ver las cosas con la cabeza fría" y no pensar con
el estómago. Recuerda, el pesimista se rinde ante los fracasos y el optimista
los ve como una forma de aprendizaje y crecimiento.
3. Cuida tu cuerpo y mente
Hacer ejercicio y comer saludable
son dos claves importantes en el camino a la felicidad. Estar bien por
dentro y por fuera, no permite "dar vida a los años" ya que generamos
una gran cantidad de endorfinas que nos hacen sentir bien. Recuerda, cuerpo
sano, mente sana.
4. Rodéate de personas positivas
Dicen que nos parecemos a las
personas con las que nos juntamos (o que son un reflejo de nosotros), así que
si nos juntamos con personas que todo el tiempo ven una nube gris alrededor,
creeremos que todo es igual de oscuro. En cambio, si nos juntamos con personas
que piensan positivo, nuestra actitud adoptará ese estilo de vida, incluso sin
darnos cuenta. Además, estas personas te sacarán una sonrisa cuando estés
triste o incluso te enseñarán a sonreír sola, de manera automática cuando sea
necesario.
5. Cuida tu individualidad
Procura a los demás pero preocúpate
primero por ti. A veces tenemos que ser un poco egoístas y dedicar tiempo
a nosotras mismas. El depender de alguien sólo nos roba energía, ya que
terminamos preocupándonos más por cumplir las necesidades de esa persona en vez
de las nuestras. La individualidad nos permite conectar con nosotras mismas,
conocernos y por ende entender lo que nos hace bien y lo que no.
6. Agradece
Siempre que puedas, muestra
gratitud ante las cosas buenas que tienes en la vida. Dedicarte un tiempo
a pensar en lo que te hace feliz hará que te olvides de las emociones
negativas, que sonrías y que estés en paz con el resto y contigo misma
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