¿Te gusta despojarte de los zapatos apenas llegas del
trabajo? ¿Te pasas todo el fin de semana descalzo por tu casa? ¿Aprovechas una
tarde en el parque para descalzarte y pisar el césped? Todo ello tiene varias
ventajas. Entérate cuáles son los beneficios de caminar descalzo en diferentes
superficies. Sea verano o invierno, ¡quítate los zapatos!
Caminar descalzo es un ejercicio más que tonificante para el
cuerpo. Esto se debe a que nuestros pies tienen una gran cantidad de
terminaciones nerviosas y muchos son los órganos que se benefician con esta
actividad. Como si fuera poco, al quitarnos los zapatos y tomar contacto con
otras superficies como puede ser el césped o la arena, estimulamos nuestros
puntos de energía.
Con el uso del calzado y la llegada de la civilización, las
personas dejaron de andar descalzas y sólo lo hacen en ocasiones especiales,
como cuando regresan del trabajo o están de vacaciones. Es bueno estar sin
zapatos varias horas al día (lo máximo que te permitan tus actividades y
obligaciones cotidianas), porque así podrás desbloquear las emociones
contenidas que luego pasan a ser ansiedad, depresión o hasta enfermedades.
¿Para qué es bueno andar descalzos?
Este hábito es mejor de lo que seguro piensas, sobre todo si
nos quitamos el calzado en superficies naturales. El contacto con la naturaleza
no tiene precio. Es preciso acercarnos cada vez más con la madre tierra y el
color verde para estar más felices y relajados.
Caminar descalzo por algunas horas al día en una superficie
limpia como es el interior de nuestra casa o nuestro patio tiene beneficios
para la piel, nos ayuda a descansar de los zapatos ajustados y los tacones en
el caso de las mujeres. Si caminamos en la arena fina, estaremos masajeando los
pies, relajando los músculos y también liberándonos de impurezas. ¡Es como si
fuéramos a un centro de belleza y aprovecháramos las ventajas de la
exfoliación!
Es preciso tener en cuenta que cuando nos descalzamos a
diario, la piel está desprotegida y más expuesta a diferentes medios (lo mismo
que ocurre con las manos o el rostro). Es probable que se deshidrate y reseque.
Y recordar que el contacto con el suelo nos acerca a los gérmenes, la suciedad
y los residuos. Por ello es que se necesita cumplir con una rutina de limpieza
diaria e hidratación al menos tres veces a la semana.
Desde el punto de vista óseo, andar descalzos es muy bueno
para mejorar la estructura anatómica y los procesos mecánicos del cuerpo. Si
caminamos sin calzado por superficies rugosas y sin inclinación lateral, el pie
se adaptará a ese medio y además hará un trabajo diferente al que está
acostumbrado cuando está dentro de un zapato. También se puede caminar descalzo
por superficies inclinadas, pero siempre haciéndolo con mucho cuidado para
evitar las sobrecargas musculares en las rodillas, la cadera, la columna y los
glúteos.
Las personas están diseñadas para caminar sin calzado en la
naturaleza. Por ello es que se aconseja ir de vez en cuando a un parque, al
campo o a la playa para tener contacto con lo más natural que existe. Ir sin
zapatos mejora la circulación de la sangre y fortalece los pies. Permite que la
sangre se impulse de mejor manera hacia el corazón.
Lo ideal es caminar descalzos una hora por día, si es en un
entorno natural, mucho mejor. Si se vive en la ciudad, al menos hacerlo en
casa. Si hace frío, unos calcetines pueden ayudar, aunque es más recomendable
andar sin nada que nos pueda presionar o no permitir que los dedos o tobillos
se muevan libremente. Al menos pisar una alfombra puede ayudar. Un buen
ejercicio es andar de puntillas y luego sobre los talones, para fortalecer los
pies. Y si hacemos deporte, es una buena idea probar si se puede practicar
descalzos.
Más beneficios de andar descalzo
Permite corregir los desequilibrios en los movimientos y
fortalece músculos y huesos de los pies y los tobillos, logrando una mayor
integración del organismo.
Da fuerza en los músculos de las caderas y las piernas,
mejorando el equilibrio y la forma de andar, más ágilmente.
Ejerce una menor torsión articular al correr, por lo cual
ayuda a los deportistas en sus performances. Además, las fuerzas de rotación de
las tres articulaciones incluidas en el mecanismo de correr son menores,
evitando lesiones y tensiones en la rótula de la rodilla. Y también aumenta la
fuerza de rotación interna en esta zona, mejorando el compartimento
tibio-femoral.
Hace que tengamos una pisada diferente, más amortiguada que
cuando usamos calzado, por ende nos cansamos menos y evitamos sobrecargas en
algunos músculos. El pie se apoya en el talón en lugar de en la punta de los
dedos. El impacto del peso del cuerpo está más repartido y se evitan lesiones.
Esto es muy bueno para las mujeres que usan tacones muy altos, por ejemplo.
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