No se trata de correr una maratón contra uno mismo con el
objetivo de lograr una figura estética "perfecta". Tampoco es
cuestión de exigirse más de la cuenta para competir y enceguecerse con llegar
primero. El deporte tiene múltiples beneficios que, sin necesidad de ser un
atleta de elite, les cambian la vida a quienes lo practican. Y estas bondades,
que exceden a las ya conocidas ventajas físicas, alcanzan tanto a jóvenes como
a adultos.
El crecimiento y desarrollo físico y psíquico convierte a la
adolescencia en un momento fundamental en la evolución de las personas. Aquí,
el deporte juega un papel crucial. "La adolescencia es un momento de
transición, porque marca el paso de la niñez a la edad adulta. Aquí se producen,
a gran velocidad, cambios biológicos, psicológicos y sociales.
Si bien los clubes, parques y gimnasios son lugares para
practicar deportes y hacer todo tipo de actividad física, tener la posibilidad
de programar una caminata, un partido de fútbol o tenis sin moverte de tu
barrio es un beneficio extra.
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