¿Has notado lo bien que te
sientes al caminar descalzo en una playa de arena o en un bosque? Hay una razón
para ello, se llama efecto tierra. La razón de esta sensación de bienestar se
debe al hecho de que estás recibiendo desde la tierra una oleada curativa de
potentes electrones.
Estar sobre la tierra o pisar
sobre ella se define como colocar los pies descalzos sobre el terreno ya sea
tierra, hierva, arena o concreto (especialmente cuando está húmedo o mojado).
Cuando están enriquecidos con electrones, se produce una mejora de equilibrio
del sistema nervioso simpático y parasimpático.
La tierra es una fuente natural
de electrones y de sutiles campos eléctricos que son esenciales para el buen
funcionamiento del sistema inmunológico, la circulación, la sincronización de
los biorritmos y otros procesos fisiológicos, y de hecho puede ser el más
eficaz, esencial, menos costoso y más fácil forma de alcanzar antioxidantes.
La ciencia moderna ha documentado
a fondo la relación entre la inflamación y todas las enfermedades crónicas,
incluyendo enfermedades del envejecimiento y el proceso en sí de
envejecimiento. Es importante entender que la inflamación es una condición que
puede ser reducida o evitada al poner en contacto su cuerpo con la tierra, es
la forma práctica que utilizaron todos tus antepasados durante cientos, si no
miles de generaciones.
Efectos para la salud de pisar en la tierra
Cuando tu cuerpo está expuesto a
una gran cantidad de estrés, la sangre tiende a espesarse y las cargas
positivas se acumulan en tu cuerpo. Esto causa inflamación crónica, que es una
característica de la mayoría de las enfermedades crónicas y degenerativas.
Pisar en la tierra de manera
efectiva, ayuda a aliviar la inflamación en su cuerpo. Asimismo, te ayuda a
diluir la sangre, al proporcionar que tus células rojas, con un excedente de
electrones, puedan eficazmente repelerse entre sí evitando se tornen pegajosas,
lo cual puede conducir a la formación de coágulos de sangre que a su vez,
pueden causarte un ataque al corazón o un derrame cerebral. La investigación
demostró que demora unos 80 minutos que los electrones libres de la tierra
lleguen al torrente sanguíneo y transformen tus células sanguíneas.
Andar descalzo también ayuda a calmar el sistema nervioso
simpático, que apoya tu variabilidad de frecuencia cardíaca, la cual juega un
rol importante en el balance de tu sistema nervioso autónomo. El alivio del
dolor, la mejora del sueño, y en general la sensación de mayor bienestar, son
sólo algunos de los beneficios para la salud reportados por personas que
practican el caminar descalzos.
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