A menos que hayamos hecho un
ejercicio consciente de ser mesurados, las fiestas decembrinas se caracterizan
por el exceso. Por todos lados hay mucha comida, muchas reuniones, mucho
alcohol, muchos compromisos y (si somos suertudos) muchos regalos.
Vivir las vacaciones de invierno
con esa intensidad es parte de la gran experiencia de ser humano. Es increíble
pasar tiempo con los amigos y gozando las bondades de la época navideña.
Sin embargo, las Cosas no puede ser olvidada porque este
periodo de excesos también termina; para llevarnos de regreso al trabajo o a la
escuela con nuevos bríos.
El nuevo año nos recibe con
páginas en blanco listas para ser escritas. Y el minimalismo nos impulsa a
mantener estas páginas tan blancas como se pueda. Es decir, a vivir con la
menor saturación posible.
Sobra decir que cuando aplicamos
técnicas de minimalismo tenemos más calma, tranquilidad y tiempo libre para
disfrutar las cosas que nos gustan de la vida.
Con pequeñas acciones que no
cuestan nada de trabajo, podemos mejorar nuestras vidas y las de los demás.
¡A simplificar!
Reduce:
Las cosas que dañan tu salud
(alcohol, tabaco, drogas)
Tus porciones de comida
La cantidad de ropa que no
utilizas
Los libros que están sin leer
desde hace años
Tu uso del automóvil
Tu consumo de telefonía móvil
Tu tiempo en redes sociales
El tiempo de televisión
Tu ego y sé generoso
La basura que produces
Chantajes, mentiras, engaños y
todas las artimañas que usas para dañar a la gente
El estrés… ¡Medita!
¡Feliz 2017!
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